Cómo es que a Bill Gates no se le acaba nunca la imaginación
Moris Beracha (ALN).- Bill Gates manifiesta preocupación por el hecho de
que 2.200 millones de personas en el mundo afrontan problemas de
escasez o falta de suministro de agua corriente; y ya empieza a hablar
de la revolución de los inodoros o las pocetas.
Bill Gates expuso el proyecto de fabricar inodoros que no requieren agua / Foto: Archive Gates |
El fundador de Microsoft, Bill Gates, aprovechó su intervención en Beijing,
en el marco de una exposición sobre cómo la tecnología marca la
innovación en los cuartos de baño y sanitarios, para exponer su proyecto
de fabricar inodoros que no requieren agua y al mismo tiempo son
capaces de procesar los desechos mediante la utilización de nanofibras,
que no sólo permiten la conversión de las heces en material orgánico
sino que incluso actúan para evitar los malos olores.
Hasta el momento este invento forma parte de un proyecto de la Fundación Bill y Melinda Gates,
cuyo precio de 500 dólares lo hace inviable. Pero el solo hecho de que
se pretenda la masificación puede llevar a que muchas empresas se sumen a
esta iniciativa y se puedan abaratar los costos, establecer una
producción de escala y cumplir el deseo del empresario de que estas
pocetas sean instaladas en escuelas y hogares de ciudades y países
pobres o en vías de desarrollo, que en la actualidad no cuentan con
ductos de aguas.
El deseo del empresario es que estas pocetas sean instaladas en escuelas y hogares de ciudades y países pobres o en vías de desarrollo, que en la actualidad no cuentan con ductos de aguas
El aspecto que más nos llama la atención de este proyecto de Bill
Gates es que su mente no se queda sólo en el mero avance tecnológico
para facilitar las comunicaciones, como cabría esperar de quien marcó un
punto de inflexión con Microsoft, sino que su preocupación por el mundo
en el que vive lo lleva a mirar cosas tan cotidianas en cualquier ser
humano como ir al baño.
Vale aclarar que la frase “la revolución de los inodoros” no es una
invención periodística utilizada o publicada por los medios de
comunicación, sino que fue el mismísimo presidente de China, Xi Jinping,
quien calificó el invento de revolucionario. Y es certero el uso de esa
palabra porque, de lograrse la masificación, hay que ver lo que esto
implicaría como política pública en el ámbito de la salud, el ahorro que
podrían registrar los gobiernos en la construcción de ductos y tuberías
de aguas blancas y negras, y las mejoras sanitarias que podría percibir
la población mundial.
En definitiva, vemos cómo la tecnología es capaz de impactar
favorablemente aspectos que considerábamos resueltos y que siempre se
puede lograr una mejora en la calidad de vida de las personas.
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