Todo sobre Bitcoin y las criptomonedas en Australia
Australia es uno de los países donde las
monedas digitales ganaron más auge en los últimos años. Manejando una de las
economías más sólidas del mundo, la cual supera incluso los índices financieros
registrados por el Reino Unido, la nación ofrece uno de los espacios más
prósperos para la evolución comercial de estos activos, a razón de su potencial
como mecanismo de inversión para derivar un elevado margen de ganancias en el
corto y mediano plazo.
Sin embargo, la nación también es
reconocida justamente por el énfasis legal y jurídico dispuesto por las
autoridades para regular a las criptomonedas, llegando a impulsar en ciertos
momentos medidas un tanto polémicas que generaron fuerte crítica dentro del
ecosistema internacional de las monedas digitales.
Por ende, a razón de las diferentes
condiciones políticas, legislativas, económicas y sociales que caracterizan a
al país en contraste con otras naciones eruopeas y latinoamericanas, esta nueva
edición de “Todo lo que debe saber sobre…” aborda a detalle ciertas
consideraciones sobre las monedas digitales vigentes en Australia.
Situación legal
Uno de los primeros países en asumir una
postura legal en relación a las criptomonedas fue Australia, ya que para el año
2013 el director del Banco de la Reserva del país (RBA) catalogó a Bitcoin como
un activo que opera dentro de los marcos legales. Sin embargo, a razón de
ciertas controversias que involucran el uso de la moneda digital, las
autoridades y organismos judiciales de la nación reconsideraron en varias oportunidades
cierta postura para reevaluar a la luz de tales acontecimientos.
Sin embargo, a finales de 2017, el Banco de
la Reserva finalmente se pronunció en relación a Bitcoin y aclaró que a su modo
de ver, la moneda digital no requería ningún tipo de regulación específica. Así
lo informó el jefe del área de pagos de la institución, Tony Richards, quien
indicó que las monedas digitales no planteaban para ese momento problemas
regulatorios apremiantes, y que ellos seguían muy de cerca la evolución, adopción
y uso por parte de empresas y personas, destacando los cuidados necesarios para
evitar la proliferación de actividades ilícitas (principalmente asociadas con
la evasión de impuestos).
Un año después, durante un evento realizado
en la ciudad de Sydney, Richards reiteró que para la institución que
representa, las criptomonedas no representan un peligro. También agregó que no
perciben que la misma compita con el dólar australiano, ya que la moneda local
figura como una de las más estables y confiables en todo el mundo.
Ese mismo año, la Oficina de Impuestos de
Australia (ATO) abrió una consulta pública para la creación de un tratamiento
fiscal dirigido hacia las monedas digitales, calificando a dichos activos como
una propiedad susceptible al pago de impuestos por concepto de ganancias
asociadas a la fluctuación de precios. De allí derivó la emisión de una
licencia para las empresas interesadas en lanzar sus propias criptomonedas a la
venta,
Medidas polémicas
Sin embargo, pese a que los organismos
gubernamentales no parecieran tener problemas con las monedas digitales, en
agosto de 2018 varios bancos importantes dentro del país decidieron cerrar
cuentas a personas y entidades relacionadas con el comercio de criptomonedas.
Dicha medida se produce en un momento en el que las monedas digitales
experimentaban una fuerte caída de cara a lo visto a finales de 2017, situación
que llevó a varias entidades financieras en todo el mundo a prohibir el uso de
tarjetas de crédito para la compra de criptoactivos a través de exchanges
reputados.
A mediados de 2019, la Oficina de Impuestos
de Australia anunció que comenzaría a tomar medidas más severas para sancionar
el uso de las criptomonedas en delitos de evasión de impuestos. Entre los casos
bajo investigación figuraba uno que involucraba a un importante banco
internacional.
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