Las regulaciones podrían ser la muerte de bitcoin
Cuando comenzamos a comprender a las
criptomonedas como bitcoin, necesariamente nos encontramos con
características como la descentralización, que hacen de las mismas un
instrumento bastante complejo de aceptar por parte de muchos gobiernos.
Recordemos
que esa condición descentralizada e independiente de cualquier
autoridad bancaria central hace de las criptomonedas como bitcoin una
potencia inalcanzable de controlar por los gobiernos.
Sin
embargo el abuso de las criptomonedas por individuos sin escrúpulos
obliga a establecer un muro de contención regulatorio para proteger a
los usuarios e inversores. Se plantea entonces un dilema de equilibrio
de regular y no limitar la innovación bockchain.
Ha habido muchas opiniones sobre este aspecto, no faltan los detractores del bitcoin y
de las criptomonedas en general que además de considerarlas inviables e
inclinarse hacia su prohibición, y en el caso del bitcoin llegar a
considerarlo incluso como una “burbuja”, también hay muchas opiniones
favorables a la regulación equilibrada de la criptografía, permitiendo
incentivar en un marco de seguridad el desarrollo de innovaciones
tecnológicas y emprendimientos basados blockchain.
Pero
más allá de estar a favor o en contra de una regulación de las
criptomonedas, existen opiniones interesantes que es bueno abordar para
poder observar en perspectiva el tema.
Por ejemplo, recientemente el profesor de la Universidad de Columbia y economista ganador del Premio Nobel Joseph Stiglitz
fue entrevistado por un medio digital acerca de su opinión sobre el
bitcoin y cómo ve el manejo de ese instrumento de pago por parte de los
entes reguladores.
Cabe destacar que Stiglitz no es precisamente un amante del bitcoin, y bien podríamos situarlo en el bando de los detractores de la criptoeconomía.
Stiglitz
alerta sobre los riesgos del anonimato de Bitcoin y de las
criptomonedas en general, algo que tal vez es conocido por todos quienes
entendemos de criptografía.
El
académico también considera que las agencias reguladoras posiblemente
“usen el martillo” para evitar un mayor crecimiento de las
criptomonedas, sin embargo en esto no creemos que se lleve la razón.
Stiglitz
respecto al anonimato del bitcoin y de las criptomonedas en general
opina que es incongruente pretender construir un sistema bancario y
financiero transparente si se mantiene anonimato transaccional, pues ese
anonimato supondría una suerte de “agujero” por el que se colarían
todas las formas imaginables de ilícitos, y necesariamente los gobiernos
deben impedir que esto ocurra.
Sin embargo a favor de bitcoin frente a ese argumento, es claro que tales premisas no se cumplen porque se ha comprobado que las actividades de lavado de dinero constituyen menos del uno por ciento de todas las transacciones de BTC.
Por
otra parte hay que tomar en cuenta el hecho de que las transacciones de
Bitcoin se pueden rastrear . Por lo tanto tal anonimato es relativo, y
no todas las transacciones de bitcoin son llevadas a cabo con el impulso
de cometer hechos ilícitos.
Considerar
que las regulaciones limitarían el uso de bitcoin eliminando el abuso
de dicha criptomoneda en favor de hechos ilícitos, como si la existencia
del uso de bitcoin fuese estrictamente para cometer hechos abusivos y
evadir la ley, es absurdo, y lo sentimos muy respetuosamente por el
ganador del premio Nobel, quien además considera categóricamente que las
regulaciones terminarán por poner fin al bitcoin.
La criptoeconomía es mucho más que una criptomoneda,
la tecnología blockchain y las prestaciones que ha estado brindando a
todas las áreas de la cotidianidad, aun y cuando está dando sus primeros
pasos, prometen cambiar de manera definitiva muchos paradigmas
actuales, no sólo en economía, sino en el modo de llevar muchas
actividades.
En todo caso, cada vez
más empresas están dedicando miles de millones de dólares para crear
herramientas y plataformas que permitirán el comercio con criptomonedas y
potenciar las cualidades de la tecnología blockchain.
No
obstante todo esto, es cierto que la incertidumbre regulatoria ha sido
uno de los principales factores que influyen de manera decisiva en la
sensación de inseguridad respecto a las criptomonedas, y ello se ha
visto reflejado en la reciente desaceleración del mercado de
criptomonedas en general.
Aunque hay
ejemplos en contados países donde las criptomonedas están siendo
legalmente aceptadas, aun falta camino por recorrer en la clarificación
de ciertas cosas que bien pueden brindarle un mejor marco de seguridad a
los actores de la criptografía.
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